Mi aire acondicionado huele mal

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Los equipos de aire acondicionado pueden tener una larga vida útil y esto está enteramente vinculado al uso que el usuario le brinde, al tipo de mantenimiento que se realice sobre el artefacto y por supuesto también a la marca o fabricante que esté detrás del producto.Una de las herramientas más efectivas para capear los embates del calor en verano son las máquinas de aire acondicionado. Estas nos ofrecen una solución elegante y de gran eficiencia, tanto en casas, oficinas o coches, evitando así que nuestros cuerpos sufran los efectos de las altas temperaturas.

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Lo habitual puede ser limpiarlo cada seis meses o cada cambio de modo, es decir, cuando pasemos de calor a frío y viceversa. Si bien puede ser fácil pasar por alto el problema, en una propiedad comercial puede ser una experiencia muy desagradable tanto para los empleados como para los visitantes. Con el paso del tiempo y del continuo uso de este sistema, este exceso de humedad acaba derivando en otros problemas como la manifestación de bacterias, moho y ácaros. El mal mantenimiento o la falta total de éste es la causa principal del mal olor en el aire acondicionado. Para evitar una situación de este tipo, siempre le recomendaremos que realice una revisión anual de su aire acondicionado antes de que comience la temporada veraniega, donde este sistema de climatización es imprescindible para mantener el bienestar dentro del hogar. El evaporador se encarga de extraer del aire proveniente del exterior, y es entonces cuando se produce la condensación, es decir, un cambio de estado que facilita la aparición de agua y consecuentemente el acopio de la humedad en determinadas zonas.

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Esto se debe por una mala limpieza de los filtros, del ventilador o del desagüe de la unidad interior, entre otros componentes. A la hora de hacer la instalación, esta humedad puede salir por un tubo a una garrafa, o a un desagüe interior. Hablamos del falso techo, pero en realidad el origen del mal olor se puede encontrar en otros muchos lugares. De modo que, en caso de no haber realizado la limpieza en mucho tiempo y tener demasiada humedad acumulada (a la que se suma el polvo y demás suciedad), quizá mejor optar por esta última opción, y a partir de allí de vez hacer uso de los correspondientes productos de tanto en tanto. Al filtrar este aire lleno de partículas dañinas, no solo puede causar malos olores en las estancias si no también consecuencias directas para la salud como alergias o problemas respiratorios, ya que las partículas que desprende el aire acondicionado al entorno están cargadas de estas partículas. Por ejemplo, puntualmente arrancar el motor y dejarlo encendido durante unos 10 minutos con la calefacción puesta al máximo y con el modo de recirculación de aire activado. Esta suciedad en combinación con la humedad que se produce en el intercambiador y el ventilador interior al funcionar en modo frío, hará que proliferen multitud de bacterias y hongos en estos lugares lo que dará lugar a el típico olor a «humedad» con toques de «vinagre» tan característico de las unidades de aire acondicionado que tienen un mantenimiento deficiente. si el aire acondicionado ya huele mal, la única solución es realizar una limpieza profunda al equipo esto quiere decir que debemos limpiar los filtros, el ventilador, el intercambiador y en general a toda la unidad interior y limpiarlo si es necesario con algún producto que elimine bacterias y hongos. También podemos ocuparnos de reparar averías menores que le permitan poder disfrutar de un aire acondicionado eficiente y capaz de aprovechar mejor los recursos energéticos. Ésto ocurre frecuentemente cuando se instalan máquinas de conductos en los baños o cualquier otro sitio donde se produzcan olores, ya que cuando no haya agua en el mismo los olores subirán por la tubería y cuando encendamos el aire lo repartirá por toda la casa.