Con la llegada de las primeras olas de calor, parece que la única opción para mantener el ambiente del hogar o del trabajo fresco es utilizar estos sistemas de climatización. En invierno, las quejas se refieren al excesivo calor que se produce en el interior de los edificios, y en verano, al contrario, al frío excesivo de los equipos de aire acondicionado. Ya que establecer los niveles del termostato en los niveles más bajos da como resultado un consumo excesivo de energía.
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Sin embargo, será necesario tomar en consideración aspectos como la direccionalidad y la ubicación del equipo si queremos optimizar sus funciones características en función del bienestar y el ahorro de energía. Sin embargo, en ocasiones se cometen errores en el uso del aire acondicionado, o no se detectan fallos, lo que afecta a nuestro bolsillo. En los gimnasios, sin embargo, «tanto en invierno como en verano la temperatura debería ser la misma, ya que todo el mundo se viste igual para ejercitarse en sitio cerrado ya sea noviembre o mayo, y la intensidad del ejercicio suele ser la misma».A continuación os explicaremos las claves que tienes que seguir para ahorrar con tu aire acondicionado y la temperatura idónea para llegar al confort térmico.000 metros cuadrados se coloque un termómetro «en un sitio visible y frecuentado por las personas que utilizan el recinto, prioritariamente en los vestíbulos de acceso, y con unas dimensiones mínimas de 297 x 420 mm (DIN A3) y una exactitud de medida de ± 0,5 ºC», reza el documento. Un coche, al tener tanto cristal, se calienta antes que una vivienda, así que los días de verano de mucho sol habrá que poner un grados menos que cuando está nublado».
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«Las temperaturas que marca el reglamento están calculadas en función de su eficiencia energética». Con un sistema de bomba tradicional, el gasto se acercará mucho a ese dato de potencia eléctrica, mientras que con el sistema invertir será menor. En dos sentidos: a nivel físico notamos una diferencia hasta de medio grado; y en lo referente a la cuestión energética, poner en un edificio la calefacción a un grado más de lo recomendado o el aire acondicionado a un grado menos puede suponer un sobrecoste energético del 10% o del 15%. Es aconsejable consultar a un profesional para escoger bien la potencia del aparato en función de los m2 que se quieren refrigerar.